Me he acostumbrado tanto a la melancolía que la saludo como a una vieja amiga. Me siento realmente mal, realmente triste. Entonces me levanto purificado. Aunque no haya resuelto nada. Hay algo mal en mí, además de la melancolía.

— Charles Bukowski.

Cada día me doy cuenta que sé menos de mí. En la medida que aprenda más de mí mismo, podré involucrarme con otra gente. Estoy aburrido de que me amen y no ser capaz de responder.

— Alberto Fuguet

Prometo guardarte en el fondo de mi corazón, prometo acordarme siempre de aquel raro diciembre, prometo encender en tu día especial una vela y soplarla por ti  prometo no olvidarlo nunca. Tenía tanto que darte, tantas cosas que contarte, tenía tanto amor guardado para ti.

Camino despacio pensando volver hacia atrás, no puedo en la vida las cosas suceden no más, me pregunto que parte de tu destino se quedó conmigo, me pregunto que parte se quedó por el camino...

Quiero parar un minuto. Me dicen que haga cosas, pero cuáles? nadie es específico, necesito un minuto para escoger una dirección  ¿Porqué no dejan de presionarme? O a caso ellos se sientan y en un abrir y cerrar de ojos tienen todo correctamente decidido. Su cerebro y su corazón van coordinados y respiran por inercia. Pero personas como yo que necesitan saber, necesitan saber que respiran, sentir como el aire entra y sale por tus pulmones. Esos somos los que necesitamos pararnos un minuto a pensar y no tomar decisiones locas, aunque atrás haya un montón de gente presionándote  Sólo es un minuto, pero de mi tiempo, porque su tiempo no tiene nada que ver con el mio.